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El suelo vinílico es un tipo de revestimiento fabricado a partir de PVC y otro tipo de componentes como la cerámica. Son conocidos como los suelos SPC de última generación. Estos suelos son 100% resistentes al agua y se caracterizan por su gran durabilidad.
El grosor de este tipo de suelos oscila entre los 2 y los 6,5 mm, lo que hace que sea una opción ideal en caso de realizar algún tipo de reformas en tu hogar y/o establecimientos públicos.
Una de las grandes diferencias con el suelo laminado y el parquet, es que este tipo de suelo es conocido por el PVC y se divide en dos tipos: flexibles, los más tradicionales, y los nuevos rígidos, que son los de última generación llamados suelos vinílicos SPC.
La facilidad de su proceso de instalación ha hecho que se convierta en una de las alternativas más buscadas y demandadas del mercado.
Existen diferentes tipos de suelo vinílico según el tamaño, el formato, la composición y los diferentes sistemas de instalación. Desde suelo vinílico en lama, losetas o baldosas hasta suelo vinílico en rollo y suelo vinílico hidráulico. Estos son los más habituales y los más demandados en el mercado.
Este tipo de suelo está diseñado en exclusiva para imitar otros suelos naturales como pueden ser la cerámica y la madera. Están disponibles en una gran variedad de diseños y formatos flexibles y rígidos.
Es el formato más flexible del sector. Están fabricados en grandes rollos con varios metros de ancho. Para instalarlo tienes que desarrollarlos e ir cortando a medida. A continuación, tendrás que fijar el suelo con ayuda de adhesivos.
Si por algo se caracterizan los suelos vinílicos es por su alta resistencia al agua, su facilidad de instalación, cuidado y mantenimiento, y su durabilidad. Por lo tanto, esto hace que este tipo de suelos se puedan colocar en prácticamente cualquier habitación del hogar y/o establecimiento público.
Esta resistencia al agua ha provocado que cada vez más personas se decanten por los suelos vinílicos en la cocina y en los baños. También es muy frecuente encontrarlos en otras estancias como las habitaciones de los niños, el comedor o la sala de estar.
Según el uso, la funcionalidad y el lugar concreto donde vaya a estar ubicado te recomendaremos escoger un grosor específico de tu suelo vinílico.
Cómo instalar un suelo vinílico
Da igual el tipo de suelo vinílico que hayas escogido, la instalación siempre se debe realizar sobre un pavimento ya preexistente que tiene que cumplir con una serie de requisitos mínimos:
Las instalaciones flotantes son bastante similares a las de los suelos laminados. Las piezas se van encajando una por una a través de su sistema de clic. No se utilizan adhesivos y se pueden cortar las tablas con sierra caladora o sierra de mesa.
Se pueden usar rodapiés o zócalos para cubrir la posible separación perimetral que pueda existir.
Si has decidido comprar suelo vinílico autoadhesivo, la instalación será mucho más sencilla. Solo necesitarás fijar el suelo al pavimento ya existente con cola, pegamento o adhesivo. Sin duda, es una de las alternativas más sencillas del mercado.
Por lo general, los suelos vinílicos están fabricados con materiales muy duraderos y resistentes. La instalación y la calidad de los materiales con el que está diseñado, entre otros factores, puede determinar la esperanza de vida de este suelo.
Si se realiza una correcta instalación y se tiene un buen mantenimiento, lo habitual es que este tipo de suelos puedan llegar a durar hasta un máximo de 25 años en perfecto estado.
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El suelo vinílico, también conocido como suelo de vinilo, es un tipo de revestimiento de suelo hecho de cloruro de polivinilo (PVC) y otros polímeros. Este material es resistente al agua, al desgaste y a la abrasión, lo que lo hace ideal para instalarse en áreas de alto tráfico y en zonas húmedas como baños y cocinas. Los suelos vinílicos se pueden presentar en diferentes formatos, desde los rollos tradicionales hasta losetas y planchas. Además, pueden imitar la apariencia de otros materiales como madera, piedra y baldosas, lo que los convierte en una opción atractiva y versátil para la decoración del hogar y de espacios comerciales. Los suelos vinílicos son fáciles de instalar y mantener, lo que los convierte en una opción popular para renovaciones y remodelaciones.
Los suelos de PVC, también conocidos como suelos de vinilo, son un tipo de suelo sintético que se fabrica a partir de policloruro de vinilo (PVC). Son una opción popular debido a su durabilidad, bajo mantenimiento y gran variedad de diseños y colores disponibles. Los suelos de PVC se utilizan en una amplia variedad de entornos, desde hogares y oficinas hasta tiendas, hospitales y otros lugares públicos con tráfico intenso. Además, los suelos de PVC son resistentes al agua y a las manchas, lo que los hace ideales para zonas húmedas como cocinas y baños. También se pueden instalar en casi cualquier superficie, lo que los hace una opción versátil para renovaciones y remodelaciones.
Las baldosas de PVC son un tipo de revestimiento de suelo fabricado a partir de policloruro de vinilo, también conocido como PVC. Estas baldosas son resistentes, duraderas y fáciles de instalar, lo que las convierte en una opción popular para su uso en entornos comerciales, industriales y residenciales. Las baldosas de PVC suelen ser impermeables, lo que las hace ideales para su uso en áreas húmedas, como baños y cocinas. Además, también son resistentes a la abrasión y al desgaste, lo que las hace ideales para su uso en áreas de alto tráfico. Las baldosas de PVC están disponibles en una variedad de diseños, colores y tamaños, lo que las hace versátiles y adecuadas para una amplia variedad de estilos y usos.
Los suelos vinílicos flexibles y rígidos se diferencian principalmente en su composición y estructura. Los suelos vinílicos flexibles están compuestos de varias capas de PVC, con una capa superior resistente al desgaste y a los arañazos, mientras que los suelos vinílicos rígidos tienen una capa superior de uretano que los hace más resistentes y duraderos. Además, los suelos vinílicos flexibles son más fáciles de instalar, ya que se pueden cortar y ajustar a medida, mientras que los suelos vinílicos rígidos requieren una instalación más precisa. En cuanto a la apariencia, los suelos vinílicos flexibles pueden tener una textura más suave y realista, mientras que los suelos vinílicos rígidos tienen una apariencia más plana y uniforme. En términos de mantenimiento, ambos tipos de suelos son resistentes al agua y fáciles de limpiar, lo que los hace ideales para baños, cocinas y otras áreas húmedas.
Tanto las losetas vinílicas como las lamas vinílicas son opciones de suelos vinílicos populares, pero tienen algunas diferencias clave. Las losetas vinílicas generalmente son más pequeñas y vienen en formas cuadradas, mientras que las lamas vinílicas son más grandes y estrechas, parecidas a las tablas de madera. Las losetas vinílicas suelen ser más fáciles de instalar y manejar, mientras que las lamas pueden ser más duraderas y resistentes al desgaste. Además, las lamas vinílicas pueden imitar mejor el aspecto y la textura de la madera real, mientras que las losetas vinílicas suelen imitar mejor la apariencia de baldosas de cerámica o piedra. En última instancia, la elección entre losetas y lamas dependerá de las preferencias estéticas y funcionales de cada persona.
Los suelos vinílicos de SPC se caracterizan por ser más rígidos y resistentes que los suelos laminados tradicionales, lo que los hace adecuados para zonas de alto tráfico y para ambientes con alta humedad, como baños o cocinas. También son más fáciles de instalar que otros tipos de suelos laminados, ya que utilizan un sistema de clic que permite una instalación flotante sin necesidad de pegamento o clavos.
La clasificación de un suelo vinílico se determina según su resistencia al desgaste, por lo que una de las principales diferencias entre la clase 32 y la clase 33 es la durabilidad. Los suelos vinílicos de clase 33 son más duraderos y resistentes que los de clase 32, ya que tienen una mayor resistencia a la abrasión, a la presión y a los impactos. Además, los suelos vinílicos de clase 33 son adecuados para áreas de alto tráfico, como oficinas, tiendas y espacios públicos, mientras que los de clase 32 son más adecuados para áreas de tráfico medio, como habitaciones y salas de estar. Es importante tener en cuenta que la clasificación de un suelo vinílico también puede variar en función de su diseño, capa de desgaste, grosor y otros factores.
Sí, en general, los suelos vinílicos son adecuados para ser utilizados con sistemas de calefacción o refrigeración por suelo radiante. Sin embargo, es importante verificar la compatibilidad del suelo vinílico específico con el sistema de calefacción o refrigeración por suelo radiante antes de su instalación. Algunos fabricantes de suelos vinílicos tienen restricciones en cuanto a la temperatura máxima del suelo radiante, la tasa de calentamiento y enfriamiento, así como la humedad relativa. Por lo tanto, se recomienda revisar las recomendaciones del fabricante antes de elegir un suelo vinílico para su instalación en una casa con calefacción o refrigeración por suelo radiante. Además, es importante que la instalación del suelo vinílico se realice adecuadamente para permitir la transferencia adecuada de calor o frío desde el sistema de suelo radiante al suelo vinílico.
Sí, es posible instalar suelos vinílicos en la pared. Este tipo de instalación es conocida como revestimiento de paredes con vinilo o «»wallpaper»». Para hacerlo, se utiliza el mismo tipo de suelo vinílico que se utilizaría para el suelo, pero en vez de pegarlo en el suelo, se pega en la pared. Es importante asegurarse de que la superficie de la pared esté limpia, seca y lisa antes de instalar el vinilo. Además, es posible que se necesiten herramientas específicas para cortar el vinilo en las formas necesarias para adaptarse a la pared, especialmente si se están instalando en una pared con formas irregulares o detalles.
Se recomienda no instalar suelos vinílicos en áreas exteriores expuestas a la luz solar directa y/o a temperaturas extremas, ya que pueden dañarse o deformarse. Además, los suelos vinílicos no deben ser instalados en áreas donde haya exposición constante a productos químicos fuertes o abrasivos, como talleres o áreas de almacenamiento de productos químicos. En general, se recomienda seguir las instrucciones del fabricante y evitar instalar el suelo en áreas para las que no ha sido diseñado.
Los suelos vinilicos no están diseñados para su uso en exteriores expuestos a la intemperie, como terrazas o patios sin cubierta. El sol, la lluvia, el viento y la humedad pueden afectar negativamente al material y reducir su vida útil. Además, los suelos de vinilo no son resistentes a temperaturas extremas y pueden deformarse con el calor o el frío intenso. Si se desea instalar un suelo en una zona exterior, es recomendable optar por materiales específicos para exteriores, como baldosas cerámicas o de piedra natural, o madera tratada para exteriores.
Para instalar suelo vinílico necesitarás las siguientes herramientas:
Es importante tener en cuenta que algunas marcas o modelos de suelo vinílico pueden requerir herramientas adicionales o específicas para su instalación, por lo que es importante leer las instrucciones del fabricante antes de comenzar el proyecto.
En general, es posible instalar suelo vinílico sobre un suelo laminado existente, siempre y cuando el suelo laminado esté en buenas condiciones. Se recomienda que el suelo laminado no tenga juntas abiertas, grietas o hundimientos, ya que esto podría afectar la estabilidad y el aspecto del suelo vinílico.
Es importante tener en cuenta que el suelo laminado existente puede aumentar la altura del suelo, lo que puede requerir que las puertas y molduras sean ajustadas para que encajen correctamente. Además, se debe asegurar que el suelo laminado existente esté limpio y libre de polvo y suciedad antes de instalar el suelo vinílico encima.
Antes de realizar cualquier instalación de suelo vinílico sobre otro tipo de suelo, siempre es recomendable revisar las recomendaciones del fabricante y las especificaciones del suelo vinílico para determinar si es adecuado para esta aplicación en particular.
Para comenzar la instalación de un suelo vinílico, se deben seguir los siguientes pasos:
Es importante seguir las instrucciones específicas del fabricante para la instalación del suelo vinílico.
Para cortar un suelo vinílico, necesitarás una sierra de calar o una sierra circular con una hoja fina y de alta velocidad. Primero, mide y marca el lugar donde necesitas hacer el corte en el suelo vinílico. A continuación, utiliza la sierra para hacer el corte siguiendo la línea marcada.
Es importante asegurarse de que la hoja de la sierra esté afilada y en buenas condiciones para evitar astillar o dañar el suelo. También puedes utilizar una regla como guía para asegurarte de que el corte sea recto y preciso. Después de cortar el suelo, lija los bordes para suavizar cualquier aspereza o irregularidad. Asegúrate de usar gafas de protección y guantes mientras cortas el suelo vinílico.»
Para instalar un suelo vinílico en una habitación con paredes inclinadas, es importante seguir los siguientes pasos:
La instalación de los rodapiés en un suelo vinílico puede realizarse mediante dos métodos: el primero es fijarlos a la pared, y el segundo es instalarlos flotantes en el suelo. Para el primer método, se requiere de clavos, tornillos, adhesivo y herramientas de corte para cortar los rodapiés a medida. Para el segundo método, se debe instalar una base de madera, plástico o metal en la pared, y luego fijar el rodapié a la base con adhesivo especial para vinilo. Es importante que el rodapié se corte a la medida exacta, para que encaje perfectamente en la pared y en el suelo. Además, se debe tener en cuenta el tipo de junta de dilatación que se va a utilizar, para evitar que el rodapié quede demasiado ajustado y pueda producirse levantamiento del suelo vinílico.
Instalar un suelo vinílico junto a una pared curva puede ser un desafío, pero se puede hacer con cuidado y precisión. Primero, coloque la tabla del suelo contra la pared curva y marque la línea de corte en la parte inferior de la tabla. Luego, use una sierra de calar o una sierra circular para cortar a lo largo de la línea de corte. Asegúrese de mantener la sierra en ángulo recto con la tabla del suelo para evitar cortes irregulares. Si es necesario, use una lija para alisar los bordes del corte. Finalmente, ajuste la tabla del suelo en su lugar y utilice un adhesivo de alta calidad para fijarla a la pared. Si lo desea, puede utilizar un sellador para cubrir cualquier espacio entre la tabla del suelo y la pared curva para un acabado limpio y profesional.
Para colocar un suelo vinílico en torno a objetos redondos, necesitará hacer un corte preciso en el material. Primero, coloque la tabla de vinilo en su lugar y trace la forma del objeto sobre ella. Luego, corte el vinilo con una sierra de calar o un cuchillo para cortar vinilo, siguiendo la línea que ha dibujado. Asegúrese de cortar el vinilo en un ángulo preciso para que se ajuste perfectamente al objeto. Para los objetos redondos, puede cortar el vinilo en pequeñas secciones en forma de triángulos y luego ajustarlas alrededor del objeto, asegurándose de que encajen perfectamente. También puede utilizar una pistola de calor para ablandar el vinilo y darle la forma necesaria. Recuerde que es importante que el corte sea preciso para lograr un acabado profesional.
Para instalar suelo de vinilo en escaleras, sigue estos pasos:
Para instalar un suelo vinílico debajo de una puerta, primero debe medir la altura de la puerta y asegurarse de que haya suficiente espacio para la altura del suelo y el grosor de la tabla. Luego, retire la puerta y coloque una tabla de vinilo debajo del umbral de la puerta. Use una sierra de calar para cortar el borde de la tabla que se extiende hacia el borde de la puerta para que la tabla se ajuste perfectamente debajo del umbral de la puerta. Coloque la tabla de vinilo restante a lo largo de la pared, asegurándose de dejar un espacio de expansión adecuado. Vuelva a colocar la puerta y asegúrese de que la altura sea adecuada. Corte la puerta si es necesario. Finalmente, coloque el rodapié para cubrir el espacio de expansión y terminar la instalación.
La longitud máxima de suelo vinílico que se puede instalar depende del tipo de material y del fabricante. En general, se recomienda no superar los 10-12 metros lineales de instalación continua sin realizar una junta de dilatación. En el caso de los suelos vinílicos rígidos, esta longitud máxima puede ser mayor debido a su mayor estabilidad dimensional. Es importante seguir las instrucciones del fabricante para una correcta instalación y evitar problemas de dilatación o contracción del material a largo plazo.
Para limpiar y cuidar adecuadamente un suelo vinílico, se recomienda seguir los siguientes pasos:
Siguiendo estos consejos, se puede mantener el suelo vinílico limpio y en buen estado durante muchos años.
Para limpiar un suelo vinílico, primero es importante retirar cualquier suciedad visible como polvo o arena con una aspiradora o escoba suave. Luego, se puede utilizar un trapo o una mopa húmeda con agua tibia y un detergente suave para limpiar la superficie. Es importante no utilizar limpiadores abrasivos o productos que contengan cera, ya que pueden dañar el acabado del suelo. También se recomienda evitar el uso de agua demasiado caliente o excesiva humedad, ya que pueden causar daños. Se pueden utilizar productos específicos de limpieza para suelos vinílicos según las recomendaciones del fabricante. Además, es recomendable evitar el uso de zapatos con suelas duras o puntiagudas y utilizar protectores de muebles para evitar rayones y marcas en la superficie del suelo.
No se recomienda limpiar a vapor un suelo vinílico, ya que el calor y la humedad pueden dañar el material y afectar su durabilidad. Es mejor limpiar el suelo vinílico con una solución de limpieza suave y agua tibia, utilizando una mopa o trapo húmedo. Si es necesario, se pueden utilizar productos de limpieza específicos para suelos vinílicos, siguiendo siempre las instrucciones del fabricante. En cualquier caso, se recomienda evitar el uso de limpiadores abrasivos o ácidos, ya que pueden dañar el acabado del suelo. También es importante no dejar que los líquidos se sequen en el suelo, ya que pueden dejar manchas o decoloraciones permanentes.
Para eliminar marcas de un suelo vinílico, se pueden seguir los siguientes pasos:
Es importante recordar que los productos químicos fuertes, como la acetona, pueden dañar el suelo vinílico, por lo que es mejor evitarlos. Si la marca no se puede eliminar, se puede considerar el reemplazo de la tabla o pieza afectada.
Para eliminar manchas de un suelo vinílico, es importante actuar rápidamente y utilizar productos de limpieza suaves que no dañen la superficie.
Para manchas de alimentos, bebidas y otros líquidos, se puede utilizar una solución de agua y detergente suave para limpiar el área. Si la mancha es persistente, se puede utilizar una solución de agua y vinagre blanco. Para manchas de grasa o aceite, se puede utilizar una solución de agua y amoniaco.
Es importante evitar el uso de limpiadores abrasivos o productos químicos fuertes, ya que pueden dañar la superficie del suelo vinílico. También se debe evitar el uso de cepillos o esponjas duras que puedan rayar la superficie.
En cualquier caso, siempre es recomendable seguir las instrucciones del fabricante del suelo vinílico para la limpieza y el mantenimiento adecuados.
Si tienes daños leves en tu suelo vinílico, como rasguños o pequeñas abolladuras, puedes intentar repararlos tú mismo siguiendo estos pasos: Limpia la zona dañada: Limpia la zona afectada con un limpiador suave y un paño suave para eliminar cualquier suciedad o escombros. Repara los rasguños: Si hay rasguños en el suelo, puedes cubrirlos con un lápiz de cera para el color del suelo o con un producto reparador de rasguños. Es importante recordar que estos pasos son para reparar daños leves y que si los daños son más graves o extensos, es posible que necesites la ayuda de un profesional para reemplazar o reparar el suelo vinílico.
Para cerrar los espacios existentes entre las planchas de vinilo, primero debes limpiar el suelo y aplicar masilla para juntas de vinilo en los espacios. Luego, alisa la masilla y deja que se seque según las instrucciones del fabricante. Si los espacios se abren nuevamente, es posible que necesites volver a aplicar masilla.
Si tu suelo vinílico presenta deformaciones, es posible que necesites reemplazar las planchas afectadas. Primero, quita las planchas deformadas con cuidado. Luego, instala nuevas planchas de vinilo, asegurándote de seguir las instrucciones del fabricante y de dejar un espacio adecuado para la expansión y contracción del material. Si no te sientes cómodo reemplazando las planchas tú mismo, es recomendable buscar la ayuda de un profesional para asegurarte de que el trabajo se realice correctamente.
Para reemplazar una tabla de vinilo dañada, primero hay que comprobar si tenemos lamas iguales, habría que ir levantando las tablas del vinilo con mucho cuidado de no dañarlas, empezando desde la esquina mas proxima a la dañada, hasta llegar a ella, levantar la dañada y cambiarla por la tabla nuneva, y volver a montar las tablas que hemos levantado.
Para proteger el suelo vinílico de los arañazos, asegúrate de mantenerlo limpio y libre de objetos punzantes. Usa protectores de muebles para evitar que las patas rayen la superficie. Evita arrastrar muebles pesados y utiliza almohadillas de fieltro debajo de las patas de los muebles. No utilices limpiadores abrasivos y evita el uso de herramientas de limpieza con cerdas duras. Limpia los derrames de inmediato con un paño húmedo y evita la acumulación de agua en la superficie del suelo. Con estos cuidados básicos, puedes prolongar la vida útil de tu suelo vinílico y mantener su aspecto impecable durante mucho tiempo.
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